Siempre supe que el orgullo era algo que no me dejaba aceptar la realidad, sino ver más bien “la realidad que yo quería, como con un muro divisorio” sin importar lo que suceda a mi alrededor.
Ahora entendí y ratifico que puede ver a ese “ciclope” que arma un muro divisorio entre la realidad y un sentimiento; que, así pase lo que pase en el mundo, va existir siempre ese muro divisorio que hace que no se acepte la realidad ni lo que a uno le puedan decir. Se llama “orgullo”.... (No importa si alguien quiere disculparse con nosotros o tal vez nos quiere hacer notar algo que en nosotros está mal.... pase lo que pase simpre habrá un muro que depende del tamaño para aceptar cualquier cosa).
¡Es hora de seguir y armarse de valor para reconocer a ese fantasma (el orgullo) y a los muchos otros que andan por ahí!
!Lo triste es que no están fuera, sino dentro de mí!
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