sábado, enero 27, 2007

¿Relatividad o Dualidad?

Cada vez recuerdo el concepto de la “Relatividad”, lo asocio al concepto de “Dualidad” que no son mas que la constante repetición de las cosas y su anulación del uno con el otro, para ser más claros, puedo decir: “Día y Noche, Guerra y Paz, Alegría y Tristeza, Odio y Amor, Positivo y Negativo, Vida y Muerte”, que son la constante en el mundo que vivimos y que muchas veces ni nos damos cuenta de ello.
Por eso en la antigüedad se decía que se debe conocer todo esto, como base del “Conocimiento de sí mismo”, claro que en un contexto mucho más profundo y de mucho significado….
Para resumir y rescatar aquella enseñanza, acabo de transcribir una pequeña parte que hace referencia a ello en “El Libro de Mirdad de Mikhail Naimy”:
“… ¿Por qué decís que el crecimiento es crecimiento y la decadencia es decadencia, y que uno es enemigo del otro?
¿Ha crecido alguna cosa sin que lo haya hecho a costa de aquello que decreció? ¿Y decayó algo que no fuese en beneficio de lo que crece?
¿No crecéis vosotros por una decadencia continua? ¿Y no estáis en decadencia por un continuo crecimiento?
¿No son los muertos el subsuelo de los vivos, y los vivos el granero de los muertos?
Si el crecimiento es hijo de la decadencia y la decadencia es hija del crecimiento, si la vida es hija de la muerte y la muerte hija de la vida, entonces verdaderamente ambas son sólo una en todos los puntos del tiempo y del espacio.
Y en verdad vuestra alegría de vivir y de crecer es tan estúpida como vuestro dolor por decaer y morir.”

jueves, enero 18, 2007

Sobre la oración - Del Libro de Mirdad de Mikahil Naimy

Para compartir algo interesante con aquellas personas que visitan mi blog, acabo de transcribir una parte del "Libro de Mirdad de Mikahil Naimy":

...“Cuando Dios el Impronunciable, os pronunció a sí mismo, El se pronunció en vosotros. Vosotros sois, por lo tanto, también impronunciables.
Dios no os dotó de ninguna fracción de Sí mismo, pues El es indivisible, sino que os dotó de toda su divinidad, indivisible, impronunciable. ¿A qué mayor herencia podéis aspirar vosotros? ¿Y quién o qué puede impediros disponer de ella, sino vuestra propia timidez y ceguera?
En lugar de estar agradecidos por esa herencia y en lugar de procurar los medios para poder tomar posesión de ella, algunos hombres - ¡ciegos e ingratos! – hacen de Dios una especie de estercolero al que arrojan sus dolores de muelas y de vientre, sus pérdidas financieras, sus querellas, sus venganzas y sus noches de insomnio.
Otros hacen de Dios su tesoro, donde esperan encontrar en todo momento lo que desean, dado que codician poseer todos los oropeles del mundo.
Todavía existen otros que hacen de Dios el administrador de sus intereses particulares. Pretender que Dios no sólo mantenga al día las cuentas de lo que poseen y de sus deudas, sino que también cobre lo que se les debe, consiguiendo siempre un pingüe y generoso saldo a su favor.
Sí, son muchas y diversas las tareas que los hombres asignan a Dios. Muy pocos se dan cuenta de que si en verdad ellas estuviesen a cargo de Dios, El las ejecutaría solícito y no necesitaría de hombre alguno para incitarle a ello o hacérselo recordar.
¿Acaso le recordáis a Dios las horas en que debe nacer el Sol o ponerse la Luna?
¿Acaso tenéis que recordarle las innumerables cosas que llenan este infinito universo?
¿Acaso os favorece menos que a los gorriones, al grano y a la araña? ¿Por qué no recibís, como ellos, vuestros presentes y os ocupáis de vuestras tareas, sin alaridos ni genuflexiones con los brazos extendidos, y sin buscar ansiosamente conocer el mañana?
¿Y dónde está Dios para que necesitéis gritarle, en Sus oídos, vuestros caprichos y vanidades, vuestras alabanzas y vuestras quejas? ¿No está El en vosotros y en todo lo que os rodea? ¿No está su oído mucho más próximo a vuestra boca de lo que está vuestra lengua de vuestro paladar?
Le basta a Dios con su divinidad, de la que vosotros tenéis la semilla.
¿Si Dios, habiéndoos dado la semilla de su divinidad, tuviese que cuidar de ella en lugar de vosotros, cuál sería vuestra virtud? ¿Y cuál sería el trabajo de vuestra vida? ¿Y si vosotros no tuvieseis trabajo alguno que ejecutar, sino que Dios tuviese que ejecutarlo para vosotros, qué sentido tendría entonces vuestra vida? ¿Y de qué valdrían todas vuestras oraciones?
No elevéis a Dios vuestras innumerables preocupaciones y esperanzas. No le pidáis que os abra las puertas de las que El os dio las llaves. Mas buscadlas en la inmensidad de vuestros corazones, pues en ella se encuentra la llave de todas las puertas. Y en la inmensidad del corazón están todas las cosas por las que sentís sed y hambre, sean para bien o para mal...”

Sobre la oración...

Justo ayer leía un libro bastante bueno (El Libro de Mirdad de Mikahil Naimy), que uno de sus capitulo titulaba “La oración”, al cual voy a dedicar 2 post.
Transcribo unas frases:
“Para orar no precisáis tener lengua ni labios, sino un corazón silencioso y despierto”
“Tampoco necesitáis templos para orar en ellos. Quien no pueda encontrar un templo en su corazón, jamás encontrará su corazón en un templo”…

Son frases con mucho significado y profundidad, ya que nos coloca en un contexto muy diferente al acostumbrado… por eso alguna vez me pregunte si los que no hablan o los mudos pueden orar, y la respuesta que tuve en la iglesia en su momento no me convenció, más bien me dio pena el tipo de respuesta que tuve, pero ahora con esta lectura, entiendo mejor las cosas, aunque conlleva mucho dentro de esas frases….
Así mismo me ponía a pensar y decía: ¿Será por eso que la iglesia construyo bastante templos en todo el mundo? y si nos fijamos bien, en cada centro de una ciudad, existe una iglesia central o catedral, y luego, a cada 5 a 8 cuadras, una capilla, y esto por qué… ¿no será que tiene un efecto hipnótico? Pues, parece que es el plan, para que tengamos solo esa opción y así no pensar, más bien acostumbrarnos, hasta que se convierta en un dogma…. Y tal vez nunca llegar a la pregunta:
¿Es necesaria una iglesia?

Solo puedo concluir:
“Tampoco necesitáis templos para orar en ellos. Quien no pueda encontrar un templo en su corazón, jamás encontrará su corazón en un templo”…
(Mikahil Naimy – El Libro de Mirdad)

jueves, enero 11, 2007

¿Vivimos o es que solamente Existimos?

Cada vez que digo la palabra “vivir” la asocio directamente a “existir”, debido a que en toda nuestra vida e incluso en el todo lo que tiene vida en el mundo, “Muere”, o como dirían los físicos: “Todo sigue un ciclo”, desde el “Nacer, crecer y morir” o el común denominador en la vida, de “crecer, brillar y descender”… creo que estos son los parámetros del mundo en el que existimos, por que esta comprobado científicamente que la vida es un proceso toxico. Además de ello, cuando el bebé esta en vientre de la madre, ya tiene el germen de la muerte o de descomposición, y simplemente todos los días muere, no es por nada que nuestras células se regeneran cada 7 años.

¿Acaso podemos llamar vivir a nuestra vida, siendo que es un proceso de descomposición o de muerte día a día?

Recuerdo la frase que me decía un gran amigo mió, cada vez que llegaba su cumpleaños: “Un día menos”, mientras para algunos que somos jóvenes, decimos un día más de vida, sin embargo cuando nos damos cuenta de lo que es realmente la vida, o muchas veces cuando se llega a una cierta edad, ya no se puede decir “un día más”, sino que cada día es “un día menos”….
Parece, si es que el término vale,
“Simplemente vivimos para morir….”

sábado, enero 06, 2007

¿Soy católico?

Recuerdo cuando hace un tiempo me hicieron esta pregunta….
Pues siempre al responder este tipo de preguntas, mucha gente se enoja conmigo y esto es debido a que no les gusta mi repuesta, pero también, por que no han escuchado el por qué….
Algo que sostengo y es algo que compartimos con un par de amigos es: “El requisito fundamental para ser católico es: SER IGNORANTE”. Se que es tipo de respuesta es un poco fuerte, por lo tanto tratare de explicarme en las próximas líneas y así puedan entender la frase….
Yo pregunto: ¿Conocemos algo de historia de la iglesia católica?
Pues mucha gente no conoce absolutamente NADA y es simplemente católica, debido a la tradición de nacer en una familia católica, pero nunca nos preguntaron de qué religión queremos ser…. Es más, nacimos en un lugar así, que lamentablemente somos católicos por DOGMA y no por comprensión e incluso una repuesta que tuve de una persona una vez: “Soy católico por que no se en qué más creer”
Tal vez si conociéramos algo o una mínima parte de la historia de la famosa iglesia, creo que llegaríamos a decepcionarnos mucho….
Puedo dar algunos ejemplos, dentro de los miles que pueden haber:

¿Nos hemos preguntado alguna vez, por qué la iglesia no es de Jerusalem, de donde nació Jesús el Cristo, sino que más bien dice ser de Roma, del lugar donde lo castigaron y traicionaron al Maestro Jesús, y no por nada el nombre de iglesia católica apostólica y romana?
Además, ¿acaso conocemos el por qué del uso de la mitra? ¿No será que fue todo un plagio al Mitraismo (en persa: مهرپرستی), donde se conmemoraba el solsticio de invierno el 25 de diciembre, por el nacimiento de Mitra?
¿Acaso no fue borrada de la historia la Papisa Juana y que hoy en día lo han convertido en leyenda?
Estas son algunas preguntas que pueden surgir entre otras….
Puedo preguntar también: ¿Por qué usar el nombre de Dios para matar, torturar (como lo hicieron con los templarios y cátaros), quemar como lo hicieron con los cataros, los bogomilos y tanta gente?

Para aquellos que no conocen uno de los genocidios más grandes de la historia de la iglesia católica, les voy a relatar una pequeña parte de esa historia, que se remonta al Sur de Francia, donde se encontraban los Cátaros o llamados también Bomshomes, o hombres buenos, que fueron llamados herejes por Inocencio III, y que cuando llegaron los cruzados para quemar y matar a todos los cátaros, se encontraron con muchos niños y mujeres, por no decir miles, y fue la frase que perduro en la historia: “Matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos en el cielo”

Recordando estos acontecimientos de aquellos miles que han sucedió a lo largo de la historia, es que estoy convencido una vez más que:
“El requisito fundamental para ser católico es: SER IGNORANTE”