martes, abril 27, 2010

El lamento del planeta tierra: pachamamaj wakajnin

Un texto que circulo en la cumbre sobre el cambio climático y que es importante publicarlo:

"A los hermanos y hermanas asistentes a esta Cumbre Mundial:
Panacuna, Ñañacuna:
Si bien somos conscientes de que el cambio climático de progresión nefasta para la existencia humana y de la vida orgánica en general, se debe a la emisión descontrolada de agentes químicos de la gran industria mundial que contaminan el gran medio ambiente atmosférico, debemos también reflexionar profundamente sobre el origen de este gravísimo problema. ¿Por qué el hombre se envenena a sí mismo, envenenando su habitat? ¿No será que el hombre, y en este caso ciertos hombres, también se hallan contaminados por algún lastre? Esa enfermedad psíquica de liderazgos nacionales por querer situarse en los primeros lugares de la economía mundial, o ese ciego afán por acumular dinero en manos de pocos, sin importar las consecuencias inhumanas que ello trae, no es acaso para intuir que existe una cierta contaminación que ronda como plaga a nuestro planeta? A esta falencia global la denominamos CONTAMINACIÓN MENTAL que, a su vez va muy de cerca con otra: la CONTAMINACIÓN EMOCIONAL, o la manifestación del deseo desenfrenado, el amor por las cosas perecibles, el instinto de posesión sin límite. Estos tipos de contaminación cuya substancia química no la vemos, es pues la fuente y la raíz de la contaminación físico-química que nos ocupa en esta Cumbre. ¿Y la CONTAMINACIÓN SÓNICA? ¿Y la CONTAMINACIÓN COMUNICACIONAL? ¿Somos acaso conscientes de estas trampas invisibles? Y podemos también preguntarnos, ¿habrá una CONTAMINACIÓN ESPIRITUAL? Claro que hay, y debe ser el factor que más debe preocuparnos. Cuanto más invisible sea el factor contaminante, mayor es su peligrosidad. Cuidado con los átomos, liberar su energía es la peor violencia ejercida contra el cosmos. A nombre de “espiritualidad religiosa” acaso no han dividido a la humanidad parcelando sus almas en pro de sus dioses? Las guerras religiosas se revisten con otras palabras o se escudan en ciertas teorías. Aquí en los Andes y en la Amazonía, hubo en su tiempo, hace miles de años, una espiritualidad liberadora que unía a todos los hombres en pro de un Destino Superior, en pro de una Meta Sagrada hoy completamente desconocida por las grandes mayorías. Esa Antigua Sabiduría nuevamente se tornará actual, poco a poco su retoño brotará en esta parte del mundo para refugio salvador de la humanidad que opte por realizar el ÚNICO SENTIDO DE LA VIDA.
Debemos esforzarnos para que la humanidad escuche el LAMENTO DE LA TIERRA, en especial aquellos que se volvieron sordos a causa de una polución mental y espiritual malvada; SAJRA, el extremadamente perverso no es un simple mito andino. Hoy, en esta Cumbre, los de afinado oído dan muestras de hallarse conmovidos al haber sentido en sus almas el sollozo de la tierra: “En mi regazo” –dice ella- “los Hombres que apagaron la Luz que habitaba en ellos (Mito Guarasú), hizo de que vinieran a mí, y de mis fuerzas y virtudes gestaron cuerpos mortales para que algún día recuperen la Luz que perdieron, les di todo para que ejerciten la conciencia y reencuentren su Destino Celeste. ¿Qué no les doy? -Todo, y a cambio envenenan la tierra, los ríos, el aire, hasta oscurecer la atmósfera con la niebla tenebrosa del egoísmo ilimitado. Piensan erróneamente que únicamente soy “un recurso natural” para hacer dinero, ese cruel invento, ese papel que organiza el sufrimiento de los pueblos y que se “valoriza” con la sangre de los débiles y los necesitados. Una espantosa ceguera ha contaminado la conciencia humana. Soy un ser vivo que el hombre de hoy aún no me conoce, ni intuye por qué ni para qué existo. Ni aún él mismo se conoce, ni sabe para qué existe. No saben que, si ellos recuperan la Razón Solar que siempre alumbra y no la ven, yo también dejaré de tener entraña oscura donde la vida y la muerte se alterna a la sombra de Aya Pacha.”
El lamento de la tierra se extiende por el sistema solar y por todo el universo, el gran laboratorio cósmico está a la espera del Despertar del hombre. ¡“Rijcharina Ñañacuna, Cunanpuni, Rijcharina Panacuna”!. ¡Despertemos hermanas y hermanos, la hora ha llegado! Las Cumbres, los Collados nos vigilan y nos llaman.
A todos los hermanos y hermanas que vinieron a esta “Cumbre por el cambio climático”, les damos la más fraternal bienvenida. Si entre ustedes hubiesen quienes desean contactarse con nosotros, escríbannos a la siguiente dirección: rijcharina340@yahoo.com.bo
Por una toma de conciencia realmente liberadora:

RIJCHARINA"

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