(Narciso, por Le Caravage)
A causa de su gran belleza, Narciso despertó intensas pasiones con incontables ninfas, pero él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien se enamoro perdidamente de él y, desesperada ante la indiferencia del amado, se retiró a la soledad y adelgazó hasta quedar convertida en una roca fría, que sigue repitiendo hasta hoy las voces que oye a su alrededor, es decir el eco.
Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntaba: “¿Hay alguien aquí?”, Eco contenta respondía: “Aquí, aquí”. Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: “¡Ven!”. Después de responder: “Ven, ven”, Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar el amor de ella; la ninfa estaba tan apenada que se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que nada quedó de ella salvo su voz.
Para castigar a Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se apasionara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso, una flor que los griegos llamaron nárkissos, y que llegó hasta nosotros como narciso, a través del latín narcissus."
Este profundo mito, lleva consigo un gran significado y conocimiento esotérico de aquello que antaño fue hermoso y que ahora, simplemente esta muerto, pero que a pesar de su muerte, todavía contiene algo hermoso....
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